Pasó Taib, el dueño de las casitas de la playa, una de las cuales ya me prestó hace dos años, y se paró en el camino, a la altura de la cabaña. Salí a ver qué quería y me encontré con la llave de una de las casas en la mano. La casa donde siempre vive el guarda de turno, la primera a la derecha, mirando al mar. La cosa quedó en que Hassan le ha robado todo lo que quedaba por robar y se ha ido. Y yo me puedo quedar sin tener que pagarle si no tengo...
El domingo volvió y bajé a abrirle. Limpió las cagadas de la gata y gatitos, pero eso no va a ser suficiente, puesto que siguen allí entre algunas mesas y telares del verano que guarda en una de las dos habitaciones de que dispone la construcción. Yo tambien me apliqué a limpiar aquí y allá, pero mas bien estaba a hacerme una composición de lugar, tratando de imaginar como sería la vida allí, dónde dormirían los perros, si tendría buenas vibraciones en una playa tan bonita pero con tanta basura por doquier, plásticos en su mayoría y latas.
Sacó bocadillos y me dió la mitad de cada uno de ellos. Había venido andando porque no tenía dinero ni para gasoil, dijo. Me contó como había empezado a trabajar y me hizo las cuentas de gastos y ganancias de las casitas durante el verano pasado. No puso ni tienda ni cafetín.
Y me propone trabajar con él, porque solo encuentra ladrones, dice. Y dice verdad.
Como yo nada tengo que exponer, pero mi tiempo es oro y tesoro, voy a aceptar su casita y voy a intentar que sea cierto, poniendo de mi parte quizá el resto, si veo que no me quiere engañar ni aprovecharse de mis conocimientos y después dejarme al margen.
Le dije que trasladarme, lo que es a vivir, no lo haría hasta que no esté lleno el depósito de agua.
No voy a meterme allí teniendo que ir hasta el pozo, quitarle la tapa, que está a ras del suelo en
la arena, a tirar el cubo volcao con arte para que se llene y después subirlo a pulso. O sea, no.
Quedó de traer la bomba y usaré el motor de mi amigo Sulimán, en cuya cabaña vivo ahora, de apoyo a la caravana que es donde duermo.
Así las cosas ha ocurrido que empecé a pensar enque mejor si había por mi alrededor un hombre, y mejor marroquí, y de confianza y entonces pensaba en mi amigo Hajjaj, incondicional pero con demasiada tendencia al alcohol, lo que nos ha enfadado muchas veces y las que nos quedan. Pero daría la vida por mí y me respeta por sobretodas las cosas, aparte de que es un ser muy inteligente, habla francés conmigo y me enseña el árabe en cada charla, de la que està diciendo algo me traduce o recuerda lo que me enseñó ayer. Enfin, que él o nadie. Pues hete aquí que de pronto suena el móvil y era él¡, que nunca me había llamado por tfno.¡ Y qué me dice? que mi
hermano le ha hablado de un bar en la playa y que si le necesito, que está en Beni Enzar.
Oye, una coincidencia? se queda pequeña la palabra. Es una telepatía?, o es un milagro¡
Sea como fuere le he dicho que nos veremos en Beni Enzar cuando salga yo del curso, que esta semana será de 9 a 14. Con la cola de la frontera, nos pondremos en las 16h españolas, las14h maroc.
Hoy me despertó el reloj a las 6,3o, pero no me levanté hasta las 8 y he llegado en hora de recreo. Por suerte he firmado el día, pero mañana tengo que venir antes. El cielo se estaba nublando cuando dejé la playa, así que quisiera volover lo antes posible, aunque todos los peross tienen donde meterse, excepto el "Chico", que tiene por techo un palé pelao.
Hasta otra.
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