26 de octubre de 2009
Si, que me libre dios de mis amigos, que los enemigos ya se conocen. Encima de pobre, me enrollo. Tengo esa manía de invitar la primera, de cubrir los 5o cts. que faltan para la litrona, enfin, que algunos seguramente viven cogiendo pero a mi me gusta mas invitar. El caso que como el banco no me dejó dinero se lo pedí a mi profe de informática, que me dió 6o cts, visto lo cual me fuí de taxi pirata muy a mi pesar. Pascual, un compañero con polio y soriasis a quién he invitado varias veces a varias cosas, dice que me ayudará y se viene hasta la puerta de la Mezquita, donde aparco. Ya voy viendo las caras de los taxistas al verme. Ni me inmuto. Le dejo a Pascual el bolso para que no me estorbe y voy a recoger huesos del contenedor del Mercado Nuevo, que está enfrente. Cojo bastantes. Nos tomamos una lata de cerveza y vino una clienta con la que gané 3 euros. Pascual me había esperado. Nos pusimos fuera del coche, por si venía alguien y estuvimos de charla y a m´ni se me pasó por la cabeza mirar si todo estaba en orden en el interior del bolso. Hubiera visto que había desaparecido y entonces lo habría recuperado, a no ser que elPascual tuviera un cómplice. No miré nada ni nadie me llamó en ese momento y cuando regresé del segundo viaje ya Pascual el Traidor se había ido, dejándome incomunicada por completo, que no tengo los teléfonos apuntados en ningún otro sitio, que estoy sola en la playa, que no tengo dinero para otro y que me costó mucho hacerme con ese y tener que agradecerle a quien me lo dió.
Una acción vil, que es propia de putas enganchadas y de yonkis tiraos . .. y de pastilleros sarnosos. Le di una opción cuando le volví a ver, preguntándole en tono de súplica: "dime por vavor que has encontrado mi móvil!" pero ya lo traía estudiado de casa y soltó una de "no se de qué me estás hablando. Me asquea tener que oir su voz y le va diciendo a todos que yo pierdo las cosas y después busco culpables. Enfín, paso página.
En el curso de informática ya me han dado el toque con lo de llegar tarde. Y hoy voy y pincho, tuve que llevar la rueda a arreglar en Beni Chicker y también llegué tarde. Me he sentado ante un ordenador sin decir ni pío y me he quedado todo el recreo escribiendo.
Apareció por la playa un amigo, Hajjaj, que conozco hace mucho tiempo, está colgado de mí por completo pero es el ayudante para todo de mi hermano y su otro problema es que bebe. Y cuando bebe tienes que acabar pegándole para que se calle y eso le gusta y se deja matar, o sea, un problema, por lo que no le quiero cerca, además aparta de mí a la gente, sólo puedo confiar en Hajjaj, y yo detesto esa manía, que la comparte la raza entera, masculina al menos. El caso es que trajo con él a un hombre de Cabo de Agua que me conocía de aquel tiempo, 1995, y tenía dinero, y ganas de beber, por lo que Hajjaj le estaba liando con que yo podría casarme con su hijo para sacarle los papeles y cuando me di cuenta de la película puse condición a Hajjaj de que sólo se abría una de las tres botellas de Bebida espirituosa, para ellos igual que wiskey. Pero salçi un momento y se llenço el vaso, así que me enfadé y les eché. Se fueron a las rocas pero el pobre hombre no se tençia de pié y me pidió que le dejase entrar y dormir. Tuve miedo de que si no le dejaba pasar, le robaran todo por la playa adelante. Durmió en el tarbas y me dió 2oo Dh por ello, que compartí con el dueño de las casitas, Taib, para que viera que el negocio es el negocio. Pero
al día siguiente puse a Hajjaj en un taxi a Beni Enzar y yo me fuí a Melilla con el hombre, que me estuvo pagando lo que le pedí y ya como el camino siguiente era hacermelo con él, porque ya ...
es lo que él queria, le dejé en la parada de taxis y me dió 200 Dh antes de irse, que ya le estaba yo gogiendo aprecio porque se portó como un señor en todo momento y detalles. Cuando vaya a abo de Agua ya tengo otro amigo allí.
El dueño de la casita dónde estoy, que llamaré en adelante "casita de la playa", está yendo a dormir todas las noches. Ayer trajo a un muchachito que no tendría 16 años. Allí estaba por la mañana. De modo que le ayudó a empujar el Jeep para arrancarlo y lo consiguió sin necesidad de que yo le remolcara, cosa que vengo haciendo cada mañana. Se despierta temprano y me obliga a despertar y levantarme para remolcarle y que se marche y me deje sola de una vez. Me siento
incómoda mientras está él por allí porque estoy pendiente siempre de si me dirá algo sobre los
perros, sobre los dineros... yo que sé.
Ayer me confesó ser un experto en ensaladas y para demostrarlo me pasó un plato con una de ellas, con colores rosa de la berenjena, verde perejil, naranja zanahoria... rodeando a una tortillita que llevaba huevo y patata y algo más. Se echaba en falta una buena salsa, pero había trabajado
el hombre, espero que a su invitado le gustara la cena. Yo apenas la probé anoche, cuando me la dió, pero sí la comí hoy al mediodía .Bien,hasta mas ver.
miércoles, 21 de octubre de 2009
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