LA DEPRE

Ultima mañana de mayo. Ayer, lunes, no pude ir a trabajar. Las lentillas se cayeron al suelo y tardé en encontrarlas. Y de pronto me senté al borde de mi cama y empecé a llorar sin consuelo recordando que ya no tenía sitio propio en el trabajo, que pronto todo terminaría y tendría que volver a malvivir con la paga, no diré de mierda porque algo es algo, pero enfin.
Al cabo de muchas lágrimas bajó Hajjaj, que está en casa de Carlos y me animé un poco. Pero todo mi cuello, brazos, pliegues tales como la parte trasera de las rodillas, axilas y un peu partout, estaban empapados de sudor y una fatiga total se adueñaba de mi voluntad. Los objetos resbalaban de mis manos y no era capaz de liberar la mente y orientarla en positivo.
Tambien Encarna vino y me invitó a comer. Le di pollo a Hajjaj para que se lo hiciera y ya no le
vi en todo el resto del día.
Mi hermanito llegó, arregló un poco su casa y el jueves pasado se fué a Melilla a llevarle a Kat sus cosas y a decirle cara a cara que no la acompañaría a Inglaterra. Y después se aparcó en el Hotel Melilla Puerto para coger Internet y allí está. Ignoro si tambien está alli la caravana de ella.
Solo se que me ha enchufado tres perros y al colega y ahí me las den. Los perros se comportan, pobres, pero todo cae sobre mi.
Tal vez no tenga muchas ocasiones de continuar el blog. No tengo ordenador y dudo que me lo gaste en uno si en casa no se ve Internet. Aunque uno chico para escribir...quizá.
Por si acaso, acabo de imprimir todo lo escrito en el blog. Procuraré continuarlo. Ciao.